Aún duele un pasado
con aroma a polvo Vivo
en un tiempo ausente de rostros
Con las manos descubiertas,
sin ninguna esperanza.
¡Decidme la dirección del viento!
Para nunca perecer en lo que dejé
Cuando regresé a poblar esas ventanas,
que nunca clausuraste,
Sin embargo te digo ,
que serás un extraño
ante los dedos de los ríos
y el cuerpo de las campanas.
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