miércoles, 6 de febrero de 2013
Pariendo ternuras en medio de infinitos silencios
En esta soledad inmensa,
despoblada de afanes,
donde sigo escribiendo a pesar de mí,
Bajo un aire recargado de humo denso,
donde te proyectas tomando formas reales
desde tu propia imperfección,
rebuscando el simple encuentro.
Cansada de exhalar suspiros…
quisiera no despertar,
de este sueño tétrico,
aciego y azaroso,
que se sienta en mis sentidos.
Sin encontrar atisbos,
en esta levedad
cuando me pierdo en mi misma.
Como simples esqueletos intelectuales
de una vida inestable,
equivoca, imprevisible…
más sin embargo,
tengo deseos de parir ternuras,
en medio de infinitos silencios.
Devenires inciertos...
Se ha marchado la espuma de tus olas
anudando caracolas a un viejo pasado,
chorreando pájaros y mieles desvergonzados
ciegos y mal hablados,
desde esta lluvia lánguida,
masticando este tiempo desgreñado
donde te invento mojada de tristezas.
Desde el fondo de ese mar impetuoso,
tu ambivalencia percibo,
tus devenires amanecidos e inciertos
marcan el paso, devorando la palabra
sentada en mi espalda.
Te escucho ,
cuando pasas entre sueños,
desnudo, pisoteando caracolas
que albergan tristezas en sus conchas
como si el mismo mar
hubiese llegado a la conclusión
de que somos esa playa sembrada
de embarcaciones fantasmas
Ahora sé que soy
esa canción de nadie,
que las ausencias y devenires son el sin fin de cada día
donde acorralo mis frustraciones indefensas
en las cunetas exiladas del tiempo,
redimiéndote del olvido.
Doris Melo Mendoza.
2012
Derechos reservados
Donde tu sombra inventa una eternidad más breve
Donde tu sombra inventa una eternidad más breve.
Nos quedamos sin sueño,
fugados del tiempo
desgreñando la palabra , tantas veces .
a ver si escucha el universo,
abriendo las puertas a tu sombra
que se acostumbra en el olvido.
En estas islas mojadas por las aguas del Caribe,
donde los abrojos y las mentiras no tienen memoria
cuando me arropas en sueños
chorreando mirra y ternura en un abrazo,
porque solo nos estamos inventando.
Este dolor que siento …
marchito y confuso
de urgencias que gritan desde el alma
al clamor de mantenerte unido a mí
en esta inmediatez
donde tu sombra…
inventa, una eternidad mas breve.
domingo, 3 de febrero de 2013
Para amanzar ese dolor de siglos
Sí, hay mundos que irrumpen en la memoria
y se esconden detrás de las palabras
centrifugando tiempos pasados,
imágenes que se cuelan detras de las ventanas,
lamiéndole las heridas al olvido
que condenado a una perpetua sin vigencia
se mantiene en pie de lucha.
Mientras en el sin sentido,
el olvido se dispersa en su coral,
como sombras grises,
detenidas en cada encrucijada
pretendiendo amansar este dolor de siglos
que se abisma,
rugiente en el silencio.
Calvario repetido el que atravieso
como un nacer desnuda, de lluvia regalada
y éste afán intemperante, el de sentirte
como un vacío de sábanas hambrientas
donde te aguardo en el silencio de mis noches.
Durmiendo el olvido de tus besos,
como escarchas derretidas,
en los espacios más densos del recuerdo,
donde la tristeza se pierde lujuriante
con un final sin moraleja.
Doris Melo.
Cuando la costumbre ahoga la palabra
Cuando el aliento del tiempo lúdico y desnudo
se posa en el polvo al final del viento,
como un abismo sin vértigo
que se desboca al vacío…
cuando los recuerdos se abisman,
y en el silencio rugen como una vieja copa
en su gesto delimitador de soledades.
Siempre buscándome entre las grietas de los muros,
Pero las horas pasan lentamente
mientras expiran las violetas castas
e impertinentes imágenes se cuelan
en la ebriedad desmemoriada de una tarde
entre sábanas cubiertas de palabras.
Ocre sensación de olores,
esperas interminables,
en esa lenta e infatigable imperfección
cuando la costumbre ahoga la palabra,
en este afán imperante
de sentirte hasta en los huesos,
hacia la prolongación de otra existencia
¡Cuanto cuesta lavarse de tu olor!.
Doris Melo
Sigo negándome a mi misma
En este torpe andar a tientas
Pensándome en este ahora,
como si estuviese muerta
entre el azul y el purpura,
Pero no al estilo medroso de la poeta Plath,
Ni a la manera de Storni,
Ni como otras tantas más
Poetas desaparecidas,
que han dejado sus huellas de dolor en el tiempo,
perdidas en su desdichado mundo existencial.
Me niego a introducirme en cualquier río
Con los bolsillos cargados de piedras
O morir congelada como Julia,
que pronosticó su muerte, tantas veces .
Trato de pensar,
pero no me contemplo en ese segmento de mi vida
Cuando ya no esté más en este cuerpo,
Mientras en el entretanto sigo negándome a mi misma.
Tiempo incierto
Bajo un cotejo de sombras de interminables azules
Regresan en silencio la dicha y la ternura
Tras la lluvia escampada.
En un silencio de nardo y bastones invisibles
Llenando nuestro aliento
de un goce repetido, inacabado ,
fogoso y autentico…
entonces nos buscamos a tientas
con esa tibieza frágil de otros tiempos
temblando, de emoción intensa,
en la que me arropas con tus robustos brazos,
goteándome el alma con tu ternura
Tus ojos como relámpagos mágicos
funden la noche y el día
Y nos quedamos sin tiempo,
Recostados entre esos velos difusos todavía
Mientras compones una letanía de ensueños
¿Pero donde apagar esta sed que incendia mi lengua?
luego de tanta historia
he de seguir mordiéndome la espalda
en el silbar del tiempo.
Después de todo
Sigo esparciendo toda mi feminidad
entre estas tibias sábanas de seda
aromatizadas de esa sutil fragancia a lavanda.
Soñando...
oculto en la crisálida de mis brazos
arrullo contenido de tu fracaso y el mío,
almas atormentadas por un ayer
acabado en plenilunios
vestidos por desamores
y sentimientos vendidos al mejor postor.
( Aline Bruzas, Dejate amar)
Y me pregunto … ¿cómo puedo llegar a ser?
y me contesto yo misma… se comienza soñando.
Soñando, en la caricia falseada del cierre,
de este mar de cenefas
que nos rodea como islas sin el tacto de otra piel.
Meciéndonos en nuestros pensamientos…
¡como duele este velo que acaricia mis sueños!
La eternidad es un latido que quema mis dedos
de laberintos insondables,
donde la bruma ,
impregna esta piel turgente,
húmeda y codiciable…
Sueños de ternura que se derriten
cuando los hombres se beben las noches
sentados en el regazo de la luna,
en la brevedad risible de un instante.
¡Entonces los placeres se liberan y el tiempo apremia!
El mar
Y el mar se vuelve en su misma soledad
encima de ese lecho de aguas sordas,
donde la luna, es joven todavía.
Ella, pierde su rumbo en lontananza
con su callar brumoso y su eterna agonía.
Sentadas, las olas conversan en su ocaso
sus miserias, para escapar a un ayer sin tiempo.
Se emborrachan de olvidos,
tijereando las sombras, construyendo vitrales que se esfuman
Rompiendo con sus espumas ese ingrávido espacio
entre sábanas sudadas de salitre
dejando atrás los sargazos de su historia,
entonces escapan, abriéndose caminos
en la alquimia de la noche en zigzagueante desconsuelo
por esos mundos infinitos
¿Qué rumbo llevas?
Tu imagen disoluta sin acento
con insólito trazo se sucede…
despeinándome los bordes del alma,
que desinquieta y atónita se asombra .
Y te pregunto entonces…
¿que rumbo llevas?,
Te invito entre mis sueños a ser…
una cobertura de mi vida en este ahora.
Y tu, cobarde sin fin, como siempre
en tu mutismo, abonando a ese silencio
sin decir esta boca es mía,
como caída de agua fría,
que sofoca este ambiente fragmentado
entre coloquios de silencios.
Te miro a través de los cristales de mis lentes
otreras las golondrinas van y vienen
de mi balcón apesadumbrado,
al recuerdo inagotable de los tuyos…
¿Como pintar la historia de mi vida?
¡ son tantas cosas!
Quisiera despertar de este sueño
de ideas inconclusas,
ser ese huerto fértil , cultivar en él poemas,
palabras que se recogen en el después,
que iluminen mis versos con el verde de la esperanza
y olores a no me olvides.
Sin historias caducas ni pétalos caidos
Recostada en la brisa que columpia mis sentidos
para borrar el mundo,
de ausencias, y olvidos mustios
Caminaré resuelta sobre jardines violados,
cansados por las sombras,
con el pulso golpeando tinieblas hacia otros lares
donde la luz exista.
Soy ese espacio de nadie donde habito,
donde soy otra, rasgandome las vestiduras del alma,
sin historias caducadas ni pétalo caídos,
purificada y embriagada de nuevos sueños.
ataviada de afanes, en mi calma…
Es mi carne desnuda, que azulea el crepúsculo
la que derramada sacude la memoria
amordazada por tantos siglos,
susurrante, como un ser que se libera de murallas,
caída ya en el otoño,
robada de tantas soledades
que han sido quebradas,
al roce imperceptible de etéreas gasas disueltas.
Entre túnicas solidarias destrenzo mi pelo
siento que el alma se retuerce a pesar mío,
como duelen en este instante ,
las esquinas más dulces de tu recuerdo,
que como sombras disolutas transitan en el todavía,
en el después , en la nada…
Volaré hacia el aturdimiento de los sentidos,
con las pupilas abiertas, acomodándome al vértigo,
navegada de insomnios hacia otras aguas traviesas,
en un deleite jadeante, infinito...
mientras se fugan las horas.
Doris Melo
En otro atardecer de palabras...
Ebrios, antiguos mundos se resisten
en otro atardecer de palabras,
cuando en la incipiente nada te convoco,
sumida en esa fragancia leve de violetas
para beberme este amor, salpicado de sueños de salitre
sobre las antiguas calles que silencian un cielo de cenizas.
Camino deambulando en un silencio amarillo
Más allá del pálido ruido, cuando ha cesado todo...
otreras las horas sensuales se filtran en el sin sentido.
Pero mis sueños viven debajo de los párpados
Y en el crepitar de la espera…
pétalos de fuego resurgen fulgurantes con un cálido encanto
para despertar esta piel turgente de pasión .
Son arpegios preñadas de rocío…
Doris Melo . 2012
Derechos reservados : En Rituales de identidad, dialogos de papel
Sin nadie que me detenga
Y fue en el olor del mar, las caracolas,
el viento que soplaba inutilmente
en ese caminar sin nadie que me detenga.
Donde la palabra sólo se sostiene agonizante, seca
en medio de todo este silencio que incomoda.
…Soy sólo eso, una triste soñadora ,
la que se aferra a su propio mundo,
la que se lame sus propias heridas
la que arrullada por las olas
quisiera ser tantas veces como el viento;
frio, ligero, cálido y sereno,
sobre los espejos de las fuentes olvidadas.
Como una sensual melancolía
al cálido tormento de la espera…
¡Nada me puede aniquilar….nada.
Doris Melo 2012
Nadie puede predecir el pasado.
He podido esta noche
tocar el infinito con los ojos del alma,
desafiando jinetes en el aire
rebeldes, inconformes ,
planeadores de mundos diferentes
como yo.
Escurriéndome en la sombra
como un infante que teme a lo desconocido,
en la oscuridad de la noche.
donde me acaricias el pelo ... y no estas.....
y estas cerca sin estar.. pero estando.
Y en la levedad de la noche,
vienen hacia mi,
esos minutos largos del pasado
en los que te busco,
en un devenir sin tiempo
sin encontrarte.
Pero el desgano de vivir
recolectando horas en el vacío,
vuelve y me invade, me pienso ....
¿que es lo que pienso?
Abandonados a vivir en soledad
Y yo, como leona herida,
me pierdo en el limbo de lo innombrable
entonces ese ruido que de nuevo me invade,
como si estuviera en una oscuridad húmeda,
dentro de un caracol,
sintiendo la necesidad de amar
postergada sabrá Dios desde cuando…
cuantos siglos de mi existencia.
Pero quien sabe, me dice esa voz al oído,
¿Quién sabe, si podrás reclamar el tiempo que perdiste?
Tras esa búsqueda
…
nadie puede prescindir del pasado
cuando ya no somos los mismos
y tantas veces nos hemos abandonado,
al fracaso, al desamor.
¿Pero quien sabe si podremos recapitular?
nadie puede predecir el pasado…
Doris Melo
Donde te espero escampada en esta inmediatez
Sucede entonces, esa sensación de intensa calma
Cuando las sonámbulas mariposas tiñen mis otoños
Llueve entonces en todas las grutas tu silencio
Oteando el paisaje y todos sus ecos...
Atrapada en este espacio, asciendo a lo innombrable
desde mi ventana rota donde te espero escampada
Ahogando la mirada en una inmensa nada.
En ese anden de tantas ausencias,
donde los espacios se pudren como el humus
perdiéndose en la soberanía de los ensueños.
Tengo una pena muy honda ,
que me nace entre los huesos
y una soledad que calla demasiado,
el recuerdo que me habita,
que se pierde en el limite de un sueño irrepetible
en la indetenible rueda de un tiempo gris
cuando los grillos tocan su quebradiza melodía.
Doris Melo Mendoza...
2013
Perdida en los vientos vagabundos
Mientras el sol bosteza sus últimos rayos
tiñendo el horizonte
evoco tu presencia,
ahogada en mi añoranza,
en un fluir de nadas dentro de un todo.
Así, muriéndome con todos los huesos enlutados.
entre mis sábanas cansadas de esperar.
Este cadáver de soledad impúdica y libertina
que hoy reclama su espacio, entre paraísos inciertos.
como si se tratara de una misma sombra
perdida entre los vientos vagabundos ,
pariendo palabras entre los vitrales de mis mundos internos,
patinando en esta insoportable levedad.
Como en un limbo de fantasías inacabadas
en el que vivo enajenada,
bebiéndome una copa de cabernet
mientras fluye la música de un jazz o un blue.
Otrera las voces de Billie holiday o Louis armstrong
tratando de abolir el jamás en contra de su tiempo.
Doris Melo.
2013
Derechos reservados.
El tiempo, una palabra que no tiene espacio.
Cuando el peso del amor nos consumem sin aliento
apalabrando ideas, serenas, fugases…
sin sentido...
desprendido como pétalos desmadejados
desde esta mi silente verdad donde te pienso.
Y en ese mismo lugar que es solo nuestro
donde te espero en la obstinación de este vacío,
para entregarte este sueño que avive mi silencio.
Frente a otro mar de septiembre,
te invento, entre sus caracolas que nunca duermen.
Ese mar que tocas con tu mirada
como pájaro errante entre las dunas de arena
donde lo imposible nunca llega,
Con tu tristeza en la inocencia que te redime
lloviendome por dentro
siento tu olor, tu sobriedad disuelta
entre la brisa marina que me envuelve
con su ternura suave.
Absorbo en el quizás, cada trago de tu esencia,
Hasta dormirme en lo más cercano de tu nombre…
hay tardes que presiento que me miras
desde ese muro que hoy parece recordarte.
Doris Melo
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