jueves, 3 de enero de 2013
Desabrochada hasta el tuétano de los huesos
Nadie nos mutila la memoria,
puedo sentirte con todos tus miedos
más allá de los linderos del alma.
entre palabras cálidas de agua y miel
donde soy todos los versos que te escribo
desde este cuerpo en su desnudez
bañado de oníricos pensamientos,
en una noche sin tiempo
donde me miento para soportar tu ausencia…
En el silencio de la noche,
cuando te pienso,
acurrucada de voces
serpenteante, lascivo y húmedo
subiendo y bajando sobre mis mareas,
embriagadome en tu derroche
desabrochada hasta el tuétano de los huesos.
He caminado muchos siglos
sin desaprender tu nombre,
el que ha quedado tatuado en mi memoria
y desde entonces rondas
en todos mis sueños lúdicos,
de ternuras inventados
en un silencio cansado y sordo
licuándose como gotas de seda,
arañando a tientas el aire
entre auroras interminables.....
Doris Melo.
¿Qué rumbo llevas?
¿Qué rumbo llevas?
Tu imagen disoluta, sin acento
se manifiesta con tibiezas
para despeinarme premeditamente el alma
que desinquieta se asombra.
Y te pregunto entonces,
¿Qué rumbo llevas?,
te invito entre mis sueños a ser
una cobertura de mi vida en este ahora
Y tú,
cobarde, sin fin …
como siempre, en tu mutismo
abonando a ese silencio
sin decir esta boca es mía,
como caída de aguas que sofocan
este ambiente fragmentado entre coloquios de silencio.
Te miro a través de los cristales de mis lentes
otreras, las golondrinas
van y vienen de mi balcón apesadumbrado
al recuerdo inagotable de los tuyos…
¿Como pintar la historia de mi vida?¡ son tantas cosas!
Te he querido desde la inmediatez,
en el silencio,
anclada siempre en ese espacio escindido
de tus melancólicos ojos grises,
en el callar brumoso de una eterna agonía...
Pero tu nombre viaja nómada desde que te fuiste
eres esa caricia inédita que se transparenta
en el deseo lúdico que copula solo en mis sueños…
Doris Melo.
nov.2012
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