domingo, 3 de febrero de 2013
Sin historias caducas ni pétalos caidos
Recostada en la brisa que columpia mis sentidos
para borrar el mundo,
de ausencias, y olvidos mustios
Caminaré resuelta sobre jardines violados,
cansados por las sombras,
con el pulso golpeando tinieblas hacia otros lares
donde la luz exista.
Soy ese espacio de nadie donde habito,
donde soy otra, rasgandome las vestiduras del alma,
sin historias caducadas ni pétalo caídos,
purificada y embriagada de nuevos sueños.
ataviada de afanes, en mi calma…
Es mi carne desnuda, que azulea el crepúsculo
la que derramada sacude la memoria
amordazada por tantos siglos,
susurrante, como un ser que se libera de murallas,
caída ya en el otoño,
robada de tantas soledades
que han sido quebradas,
al roce imperceptible de etéreas gasas disueltas.
Entre túnicas solidarias destrenzo mi pelo
siento que el alma se retuerce a pesar mío,
como duelen en este instante ,
las esquinas más dulces de tu recuerdo,
que como sombras disolutas transitan en el todavía,
en el después , en la nada…
Volaré hacia el aturdimiento de los sentidos,
con las pupilas abiertas, acomodándome al vértigo,
navegada de insomnios hacia otras aguas traviesas,
en un deleite jadeante, infinito...
mientras se fugan las horas.
Doris Melo
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