domingo, 3 de febrero de 2013

Nadie puede predecir el pasado.

He podido esta noche 
tocar el infinito con los ojos del alma, 
desafiando jinetes en el aire
 rebeldes, inconformes ,
 planeadores de mundos diferentes
como yo. 
Escurriéndome en la sombra
 como un infante que teme a lo desconocido, 
en la oscuridad de la noche. 
donde me acaricias el pelo ... y no estas.....
 y estas cerca sin estar.. pero estando.
 Y en la levedad de la noche, 
vienen hacia mi,
 esos minutos largos del pasado
 en los que te busco,
en un devenir sin tiempo sin encontrarte. 
Pero el desgano de vivir
recolectando horas en el vacío, 
vuelve y me invade, me pienso ....
 ¿que es lo que pienso?
 Abandonados a vivir en soledad
 Y yo, como leona herida, me pierdo en el limbo de lo innombrable entonces ese ruido que de nuevo me invade, 
como si estuviera en una oscuridad húmeda,
 dentro de un caracol, 
sintiendo la necesidad de amar
 postergada sabrá Dios desde cuando… 
cuantos siglos de mi existencia.
 Pero quien sabe, me dice esa voz al oído, 
¿Quién sabe, si podrás reclamar el tiempo que perdiste? 
Tras esa búsqueda
… nadie puede prescindir del pasado 
cuando ya no somos los mismos
 y tantas veces nos hemos abandonado, al fracaso, al desamor. ¿Pero quien sabe si podremos recapitular? 
nadie puede predecir el pasado… Doris Melo

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