domingo, 3 de febrero de 2013

Soñando...

oculto en la crisálida de mis brazos arrullo contenido de tu fracaso y el mío, almas atormentadas por un ayer acabado en plenilunios vestidos por desamores y sentimientos vendidos al mejor postor. ( Aline Bruzas, Dejate amar) Y me pregunto … ¿cómo puedo llegar a ser? y me contesto yo misma… se comienza soñando. Soñando, en la caricia falseada del cierre, de este mar de cenefas que nos rodea como islas sin el tacto de otra piel. Meciéndonos en nuestros pensamientos… ¡como duele este velo que acaricia mis sueños! La eternidad es un latido que quema mis dedos de laberintos insondables, donde la bruma , impregna esta piel turgente, húmeda y codiciable… Sueños de ternura que se derriten cuando los hombres se beben las noches sentados en el regazo de la luna, en la brevedad risible de un instante. ¡Entonces los placeres se liberan y el tiempo apremia!

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