lunes, 24 de agosto de 2009

Finiquitud de un tiempo inevitable



Finiquitud de un tiempo inevitable
en que sostengo aún
el recuerdo de tu mirada bordada en miel,
el más sublime encuentro sin destino,
ni anclas ni puerto.

Ahora estoy lista para el después,
en donde un beso
suena como campanas huecas.
Ya el fuego no arde como antes,
soy la guitarra destemplada
más ninfa que ángel o cristal,
en el viento gritándo soledades.

¡Oh amante ineludible !
Mi amor está esperando que retorne tu risa
como si la vida transgrediera la soledad.
Bajo la muda elocuencia de palabras de piedras
Regresa a poblar las ventanas que nunca clausuraste
Que están cubiertas de hiedra.

¡Oh gota de luz celeste que se destíla!
Llévame más lejos que mi inconciencia
A la búsqueda de mí ,
A la selva orgánica de mi existencia
Sin más bagaje que la propia ausencia .
Allí, donde la luna me moje con su polvo.
Donde solo exista imperceptible tu huella en el aire.
Etiquetas: a, de, encinevi

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