viernes, 6 de noviembre de 2009

Ese insoportable tiempo callejero





El tiempo ,
ese ingrato insensato.
deshizo nuestras propósitos,
soles impotentes,
y esta lámpara seca, demacrada que soy.

Carezco de recursos,
para reconstruir lo que fuimos,
no queda materia viva, soledad,
caminos tenebrosos,
inexperiencia, riesgos,
en los rincones eternos de los siglos.

He vuelto desde allá,
dejando la brisa enamorada de mis aires,
desde tan lejos ,
sigo intentando ser
a la luz de la impotencia,
incorporada a esta vida
donde las flores gritan sus nostalgias.

No he querido romper con los espejos.
que de tarde en tarde,
guardan silencio.
Sin paragua alguno,
me debato ante mis dudas,
empapada de azahares por las noches.

Regreso de tejer cada segundo que pasa,
andar descalza ,
cargando desasociegos tan grandes.
He llorado desnuda
en la profundidad de un vuelo,
ante los ojos de un reloj
que insoportable me tortura
con su voz y su eco de tic tac,
envuelto en el lamento de los años .
Ese insoportable tiempo callejero
en el que la piel va muriendo
al unisono con los fuetazos de las horas.

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