jueves, 26 de noviembre de 2009

como gacela de lluvia que muerde la brisa


El tiempo, con su sombra que me aspira
no no soy más, que una estrella fugaz,
me desprendí del sepinterno cosmos.
y me quedé atrapada
en un simple fragmento del ayer.


Ahora recojo mis negaciones,
palabras mutiladas, una parte de mi historia
ya no soy más la que me sentaba a confrontarme,
ni a pensar en mis desgracias a plena tarde
en la diurnidad de un círculo,
cansada, lo confieso.

El tiempo , el pedestal ,
o la mejor metáfora en lugar del cerebro.
Dos agujas incesantes
perturban con fatídicos finales,
erigiéndole falsos monumentos al miedo.

En la melancolía de un atardecer
rostro sonante, como gacela de lluvia
que muerde la brisa.
transfiguro mis recuerdos,
abriendo la noche a mis pies
como gardenias pisoteadas
sola, en el desamor del éxodo.

Como raíz invertida, pariendo silencios
en este ir sin movimiento,
más sin embargo regreso,
cuando ya no nos queda nada.

Preludiando voces
en los pasadizos callados
no necesito hablar,
ni decir una palabra
Solo dejarme fluir a este tiempo tranquilo
las palabras correrán por si solas.
Doris Melo

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